Tesla podría estar al borde de una nueva llamada a revisión. La Administración Nacional de Seguridad en el Transporte por Carretera (NHTSA) acaba de abrir una investigación preliminar con el Tesla Model Y como protagonista. ¿El motivo? Que su volante puede descolgarse en marcha.
Este problema ya fue denunciado por un usuario que, cinco días después de recibir su Model Y, sufrió este percance en plena autovía. Es en base a esta denuncia, sumada a otra con idéntico problema, lo que ha llevado a la organización de seguridad estadounidense a volver a poner a Tesla bajo lupa.
Y es que otra llamada a revisión reciente está ya en curso con más de 363.000 coches afectados. En su caso por el Autopilot FSD Beta, debido a su hacer deficiente en intersecciones o en carriles de velocidad variable. De hecho, Tesla ha dejado de implementarlo hasta subsanar todos los errores, aunque sigue vendiendo este opcional.
En la alerta publicada por la NHTSA el pasado viernes se detalla que la investigación se centra modelos de este SUV producidos este 2023. Y se estima que 120.089 coches podrían presentar este defecto.
Según se detalla en la nota, de momento se trata de una investigación preliminar para evaluar el "alcance, la frecuencia y los procesos de fabricación asociados con esta condición". Es decir, el paso previo a una posible llamada a revisión masiva, que se determinará en función de si es algo aislado o bien generalizado.
Concretamente, se explica que en dos Tesla Model Y, de bajo kilometraje, el volante desprendió por completo, estando en circulación. El motivo del fallo es que a ambos coches entregados a los clientes, les faltaba el perno de retención que une el volante con la columna de dirección.
Así, detallan igualmente, si bien el encaje de fricción lo mantenía unido a la columna de dirección, la mera fuerza imprimida por el conductor conduciendo acabó propiciando que el volante se separara.
Tesla no asumió ninguna responsabilidad. En definitiva, lo detallado por uno de los afectados a finales de enero que ha motivado esta investigación. Prerak Patel, que así se llama el cliente afectado, recibió su Tesla Model Y el 24 de enero, y el 29 de enero fue cuando se le desprendió el volante. Lo hizo en plena autovía, en la Ruta 1 en Woodbridge (Nueva Jersey) y estando su familia también en el coche.
@elonmusk @TeslaOwnersWW @BLKMDL3 Family was excited to receive Tesla Y delivery on 1/24/2023. Was driving on highway and all the sudden steering wheel fall off, was lucky enough there was no car behind and I was able to pull on devider #SafetyFirst #Fixit #TeslaModelY #help pic.twitter.com/4UMokFA2cv
Este cliente publicó las imágenes en su cuenta de Twitter, con el volante literalmente colgando de la columna de dirección. "Tuve suerte de que no viniera ningún coche detrás". Se echó al arcén como pudo, a la espera de la grúa y los servicios de asistencia.
El capítulo fue cuanto menos llamativo ya que, al dueño de este Model Y recién estrenado, primeramente le cobraron la reparación, con una factura de 103,96 dólares. Tras negarse a pagarlo, solicitó a la marca que le dejaran devolver el coche, ya que consideraba que era un fallo de fabricación.
Al final, Tesla "recompró" el coche y le aseguró que le iba a entregar uno nuevo. Mientras, le ofreció otro Model Y como coche de sustitución. No obstante, en la carta enviada a Patel por el servicio postventa, Tesla no admitió que se tratara de un fallo o defecto de fabricación.
Y es precisamente lo que está ahora investigando la NHTSA: si o no un fallo de fábrica. Si así lo determina, supondrá que más de 120.000 tendrán que pasar por el taller para subsanar el defecto.
Compartir Al Tesla Model Y se le sale el volante: 120.000 unidades del SUV eléctrico americano podrían tener que ir a revisión
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