Clase E Mercedes Coupés Pruebas
El Mercedes Clase E Coupé es, probablemente, el mejor coupé con carrocería de dos puertas del mercado cuando se trata de recorrer muchos kilómetros.
Mercedes-Benz sigue apostando por la fórmula coupé “pura” en una categoría en la que su Mercedes Clase E Coupé ya apenas tiene rivales. En parte, se puede decir que esta situación la ha provocado la propia marca, al sacarse de la manga la exitosa combinación de una berlina con silueta coupé y cuatro puertas allá por 2004, hace casi 20 años.
Hablamos del primer Mercedes CLS, uno de esos coches de los que se puede decir que realmente rompió moldes con su diseño. Su éxito llevó a los competidores de Mercedes a explorar caminos similares. Y hoy en día, ya sabes, tenemos coupés de 2 puertas, berlinas coupé de 4 puertas, SUV con carrocería coupé…
En el caso de Mercedes-Benz, el Coupé es una variante más de la amplia familia que forma la Clase E, con el Clase E Berlina, el Clase E Estate (y la versión E All-Terrain) y el Clase E Cabrio. La marca de la estrella cuenta con cinco modelos “Coupé” en su oferta: los Clase C Coupé y Clase E Coupé con carrocería de 2 puertas; y el CLA Coupé y el CLS Coupé con 4 puertas, además del especialísimo Mercedes-AMG GT Coupé, también con cuatro puertas.
Antes de continuar, unas consideraciones respecto al precio del Mercedes-Benz Clase E Coupé. Hemos probado la versión 220 d, con el motor turbodiésel de 4 cilindros y 194 CV. Es el modelo de acceso a la gama, pero difícilmente necesitarás más prestaciones o un mayor refinamiento. Aun así, hay donde elegir.
El E Coupé 220 d tiene un precio de 72.160 euros, y de 75.407 euros si se opta por la tracción a las cuatro ruedas 4MATIC, que considero totalmente prescindible. Por encima quedan el E Coupé 350 de gasolina con hibridación ligera y 299 CV, pero la cosa se pone ya en 82.000 euros. Por su parte, el E Coupé d 4MATIC, con motor de 6 cilindros y 330 CV, cuesta casi 94.000 euros. Y el E 450 4MATIC, con 367 CV, supone un desembolso de 95.000 euros.
Lo que más llama la atención es la gran diferencia que existe entre el precio de tarifa del Clase E berlina y el E Coupé que podríamos considerar equivalente: nada menos que 15.000 euros. Prácticamente es la misma diferencia que hay entre un Clase C Coupé y un Clase E Coupé; pero es que en este caso hablamos de dos coches diferentes, y en el anterior, del mismo coche con dos puertas traseras menos. Otra lectura: el sobreprecio del coupé en el Clase C, a igualdad de motor, no llega ni a los 2.000 euros. Desde este punto de vista, podemos decir que la versión Coupé del Clase E es un coche caro.
Quienes dirigen sus miradas a un coche con este tipo de carrocería es porque tienen claro que van a utilizar poco o nada las dos plazas traseras; o al menos así debería ser. Pero bueno es saber que, si tienen que hacerlo, sus posibles ocupantes se van a llevar una sorpresa. Porque una vez salvadas las dificultades de acceso propias de estos coches, encontrarán dos asientos realmente cómodos.
Hay limitaciones de altura, no nos vamos a engañar; pero no son plazas solo para niños. Dos adultos pueden viajar sin problemas, incluso si superan 1,75 metros de altura, y sin sensación de agobio. Están configuradas como asientos individuales separados por una consola, y otro factor que hace que sean unas plazas muy utilizables es que se pueden introducir los pies por debajo de los asientos delanteros. Además, en caso de equipar climatizador de tres zonas permiten incluso regular la temperatura de forma independiente a la de las plazas delanteras. Y opcionalmente pueden contar con calefacción y hasta función de masaje.
Pero el Clase E Coupé es un coche para disfrutarlo desde los asientos delanteros, y el puesto de conducción es realmente bueno. Como es normal en este tipo de carrocerías el parabrisas está muy inclinado, pero no hay problemas de altura. Tampoco de anchura. Los asientos deportivos que equipa de serie son magníficos por lo bien que sujetan el cuerpo y el confort que ofrecen aunque pasen muchos kilómetros. Los hay con más posibilidades de reglaje que los de serie, y también con posibilidad de calefacción y ventilación, pero no los considero necesarios. Encontrar la postura ideal es muy sencillo, a pesar de que en este coche vas sentado más bajo y con las piernas más estiradas que en un turismo convencional, y no digamos en un SUV.
La calidad de acabado, la presentación y el tacto de todos los mandos es la que esperas de un Mercedes: sobresaliente. Como también lo es el funcionamiento del sistema multimedia, con una consola central que integra la instrumentación digital y la pantalla principal, de gran resolución y menús fáciles e intuitivos. Y si no, siempre se puede recurrir al sistema de control por voz, que reconoce frases de lenguaje natural sin necesidad de tener que aprender comandos fijos.
La consola de separación de los asientos está muy despejada al quedar la palanca del selector de marchas en la caña de la dirección por detrás dee volante, y cuenta con una superficie táctil y botones de acceso directo para moverse por los menús sin recurrir a la pantalla. También puede hacerse desde los mandos del volante, pero son de tipo táctil, y cuesta más hacerse a ellos y “atinar” a la primera que con unos mandos giratorios o pulsadores convencionales.
En cuanto al maletero, que cuenta con portón de accionamiento eléctrico, son 425 litros muy aprovechables, gracias a su profundidad. Bajo el piso hay un hueco en el que caben objetos pequeños, además del kit de reparación de pinchazos -no hay rueda de repuesto-, y si es necesario se pueden abatir los respaldos de los dos asientos traseros de forma independiente, sólo la parte divisoria central, o todo a la vez.
No hace falta recorrer muchos kilómetros con el Clase E Coupé 220 d para convencerse, si uno tiene dudas, de que el diésel sigue siendo una opción interesante. En concreto, esta versión, que supone el acceso a la gama con sus 194 CV, ofrece unas prestaciones más que suficientes, con un consumo imbatible. Sólo para los que busquen o necesiten ese punto adicional de refinamiento que en algunas situaciones muy concretas no llega a ofrecer el cuatro cilindros turbodiésel de la marca de la estrella podría ser recomendable dirigir las miradas al 350 de gasolina. Por cierto, este último cuenta con hibridación ligera y etiqueta ECO, frente a la etiqueta C del 200 d, que no lleva ningún tipo de hibridación.
La caja de cambios automática de 9 velocidades se lleva a las mil maravillas con el funcionamiento del motor, que tira sin problemas de unos desarrollos de transmisión muy largos. Es suavísima en los cambios de marcha, tanto al reducir como al subir marchas. Y cuenta con función de navegación “a vela” o marcha por inercia cuando se circula en el programa ECO, desacoplando el cambio del motor cuando se levanta el pue del acelerador. Además del programa ECO, se puede optar por el modo SPORT y un tercer programa Individual que es configurable.
Se nota la diferencia entre los distintos modos, aunque puedes utilizar perfectamente el programa ECO y olvidarte en la mayoría de las situaciones. Para conducir de forma más deportiva sí es aconsejable seleccionar el programa Sport, en el que la respuesta al acelerador es algo más vigorosa, además de intervenir sobre la asistencia de la dirección, la amortiguación y el funcionamiento del cambio automático, que tiende a elegir marchas más cortas. De todas formas, también se puede cambiar manualmente utilizando las levas que hay tras el volante.
Para un coche de 4,8 metros de largo y 1,8 toneladas, los 194 CV de potencia podrían parecer pocos, pero no es así. El Clase E Coupé 220 d homologa una punta de 234 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos. No es un “rayo” a la hora de acelerar, pero va más que sobrado y gana velocidad con soltura. Y lo mejor llega a la hora de pasar por el surtidor: pocos coches de estas características permiten consumos reales tan cercanos a los homologados, siendo muy fácil dejar el ordenador de a bordo con medias que no llegan a superar los 6 l/100 km circulando por autopista. Con los casi 70 litros de capacidad del depósito (el de AdBlue tiene para otros 23,5 litros), los 1.000 km de autonomía son un objetivo muy realista a la hora de viajar.
Carreteras amplias y despejadas con buen asfalto son el escenario perfecto para el Clase E Coupé. Aunque, como es habitual en Mercedes, el trabajo de las suspensiones también destaca por encima de sus rivales más directos cuando el firme no es perfecto. Estamos ante un coche al que no se le puede poner absolutamente ninguna pega para viajar, ni por confort acústico, ergonomía, respuesta del motor o por la forma en la que se traga los baches.
Y eso que nuestra unidad de pruebas equipaba las llantas AMG de 20 pulgadas con neumáticos de perfil muy bajo, 245/35 delante y 275/30 detrás. Por cierto, con unos GoodYear Eagle F1 que me han encantado.
La suavidad y la facilidad de conducción son las características dominantes, lo que proporciona una sensación de seguridad muy elevada, a la que contribuyen el control de los movimientos de la carrocería, la precisión de la dirección y el tacto de los frenos. Con la suspensión de serie, que incluye la amortiguación de tarado variable Agility Control, el funcionamiento es tan bueno que me parece totalmente prescindible la opción de suspensión neumática.
Sí recomiendo, de la amplísima lista de opciones de todo tipo, no dejarse atrás el paquete de asistentes a la conducción -son unos 2.000 euros-, que incluye el control de ángulo muerto, el Drive Pilot (asistente de cambio de carril con dirección pilotada), detector de cambio de carril y servofreno de emerfencia con función para cruces y asistente de maniobra.
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